Salud en tiempos del punto com
El avance acelerado de las tecnologías y la conectividad ha generado nuevos panoramas que involucran al sector médico. Diagnósticos errados y una tendencia hacia la automedicación parecen ser los principales peligros de este fenómeno, que también registra ventajas y una mirada optimista hacia el futuro.
Según el último informe de Pew Internet & American Life Project de 2016, cuatro de cada cinco usuarios de internet buscan información sobre salud y síntomas en la web. El viejo hábito de escribir una lista de síntomas y esperar que don Google se convierta en nuestro médico virtual de cabecera se ha convertido en una tendencia que no para de crecer. A diferecnia de la medicina tradicional, que supone una revisión presencial por parte de un profesional médico, el doctor Google ofrece su servicio de forma gratuita, en la comodidad de tu hogar y sin cobrar ni un Sol por ello.
Pero como en la mayoría de ámbitos, en la salud también lo barato –y cómodo– suele resultar más costoso en perspectiva.
Diagnósticos errados y alarmantes,sugerencias de automedicación, muchas veces con intereses comerciales, y un sinfín de peligros a la salud física y emocional del paciente forman parte de la larga lista de perjuicios que puede traer la consulta indiscriminada y poco controlada de síntomas en internet. Para el doctor Luis Trujillo, Director Médico de la Clínica San Gabriel, la mayoría de páginas web consultadas por pacientes no poseen el rigor científico necesario para hacer verdaderos diagnósticos a partir de síntomas aislados. “Hay que tener en cuenta que cada persona es diferente. Por ello es importante que, ante la aparición de síntomas que afectan la salud del paciente, este sea revisado por un profesional de la salud. Solo entonces, cuando se haga una evaluación personalizada que tome en cuenta el historial médico de la persona, se podrá llegar a un diagnóstico y su consecuente tratamiento”. Trujillo explica que uno de los mayores peligros de confiar ciegamente en los diagnósticos y recomendaciones de webs de salud es generar alteraciones emocionales en el paciente. Así, un diagnóstico hecho de forma empírica, sin el acompañamiento necesario de un médico cualificado, puede generar en la persona angustia, preocupación y en casos extremos, incluso depresión. Sin embargo, quizá el mayor riesgo sea el de incitar la automedicación. El uso de medicamentos no recetados puede ocasionar que los síntomas del paciente empeoren, y que finalmente un diagnóstico leve termine complicándose y conviertiéndose en un estado grave de salud.
Si bien revertir el hábito de consultas médicas en la web parece difícil, es importante que los usuarios comprendan que existen ciertas páginas que cuentan con acreditaciones o “sellos de calidad” de instituciones con alta reputación, como la Health on the Net Foundation (HON), la Organización Mundial de la Salud, la Organización Panamericana de la Salud o sitios avalados por sociedades científicas reconocidas. Una vez consultadas estas páginas, los pacientes deben de contrastar este material con con un médico que siempre deberá ser la principal y más autorizada fuente de información.
Internet para una salud más justa El doctor Trujillo, sin embargo, no reniega de los avances tecnológicos que supone internet y sus infinitas aplicaciones. “Hay que ser claro en reconocer que la irrupción de internet ha cambiado nuestra forma de vida para bien. La posibilidad de estar conectados y de disponer de vasta información de forma inmediata siempre será una ventaja para la población”. En ese sentido, el director médico de la Clínica San Gabriel cree que el uso de la conectividad puede marcar un salto importante en la relación médico-paciente, y hacer que ciertos servicios de salud lleguen a aquellos lugares donde no existen centros de salud con profesionales especializados. “El avance de internet hoy nos permite ir más allá de las comunicaciones telefónicas.
El uso de la conectividad puede marcar un salto importante en la relación médico-paciente, y hacer que ciertos servicios de salud lleguen a lugares inhóspitos.
Hoy podemos tener videollamadas con pacientes para evaluar su evolución, y aún más importante, podemos atender de forma remota a personas que se encuentran en lugares donde no existe médicos especialistas. Si bien es fundamental el contacto personal y presencial en la relación médico-paciente, sin duda la comunicación mediante video en tiempo real puede significar de alguna forma la democratización de la salud”.
Como las mejores cosas de la vida, el internet puede suponer un gran avance en los servicios de salud de cara al futuro, de la misma manera que puede significar riesgos y peligros en aquellos pacientes que utilicen este servicio como médico de cabecera. Como siempre, será cuestión de hacer un uso responsable y dosificado del internet, sobre todo cuando de nuestra propia salud se refiere.