NIÑOS Y TABLETS: ¿USO O ABUSO?
Las tablets son dispositivos cada vez más habituales en nuestras vidas y también en las de nuestros niños. El hecho de que formen parte de su ocio (utilizan las de sus padres o las infantiles) está cambiando el modo de jugar y ha reducido hasta los 2 años la edad de iniciación en el mundo digital. Como dicen algunos, “ahora los bebés no nacen con un pan debajo del brazo… sino con una tablet”.
Bien utilizadas, las tablets introducen al niño en el mundo digital de modo lúdico. Al contrario que ver la televisión, que es una actividad pasiva, jugar con ellas requiere participación por su parte. Los juegos son interactivos y le proporcionan un feedback sobre lo que está haciendo mediante una señal de “aplauso” cuando acierta o en forma de puntos.
Sin embargo, el uso frecuente de las tablets tiene aspectos negativos que es necesario evitar. Por una parte, es una actividad sedentaria y los expertos avisan de que el actual aumento de la obesidad infantil está relacionado en gran parte con el cambio de actividades de los niños. En su declaración de 2013 sobre “Los niños, los adolescentes y los medios de comunicación”, la Academia Estadounidense de Pediatría citó estas preocupantes estadísticas de un estudio de 2010 de la Kaiser Family Foundation: “Un niño promedio de entre 8 y 10 años pasa cerca de ocho horas diarias frente a distintos elementos electrónicos y esta cantidad asciende a más de 11 horas diarias en niños mayores y adolescentes.”
Cada vez son más frecuentes las consultas de padres preocupados por el uso excesivo de los dispositivos electrónicos que hacen sus hijos. En muchas ocasiones los adultos preguntan por los tiempos de exposición a las pantallas y el uso de las aplicaciones de juegos y redes sociales de acuerdo a la edad de cada pequeño.
CLAVES PARA UTILIZAR BIEN LAS TABLETAS
Para que el uso de la tablet reporte beneficios y no inconvenientes a tu hijo, recuerda:
- Fija un tiempo diario máximo de uso de pantallas (tablet, computadora, televisión…) y mantenlo. A los 4-5 años no puede exceder de 30 o, como mucho, 60 minutos. Haz que el niño la utilice en la habitación donde tú estés, así puedes ver a qué juega.
- Es preferible que primero haga todos sus deberes y que luego, como recompensa, disponga un rato de la tablet.
- No dejes que la utilice justo antes de irse a la cama: hacerlo le pondría nervioso e interferiría en su descanso.
- Da un buen ejemplo a tu hijo. No te pases horas ante la pantalla.
- Utiliza un sistema de control paternal para evitar que el niño entre en webs o descargue aplicaciones inadecuadas.
- Plantéate su uso de forma positiva: aprovecha la ayuda que te brinda en momentos de espera y comparte alguno de sus juegos con tu hijo.
Y un último consejo: elige buenas aplicaciones educativas para niños.