MADRES EN CRISIS
La depresión postparto (DPP) es un trastorno que tiene una base biológica necesaria, pero que en tiempos actuales se complejiza por los nuevos roles que desempeña la mujer en nuestra sociedad. ¿Cómo tratar con métodos nuevos este viejo problema?
Actualmente a las mujeres, por los nuevos roles que están desempeñando en los ámbitos laborales, sociales o familiares; puede serles más difícil manejar situaciones emocionales que antes no aparecían de forma tan grave. Una de ellas es la depresión postparto (DPP). Si bien esta patología ha existido desde siempre, los tiempos actuales le están dando matices que la vuelven más compleja y por lo tanto más difícil de tratar o curar.
Las causas de la DPP son de dos tipos: las ligadas a los aspectos biológicos de la mujer, y las ligadas a factores de entorno, que tienen que ver en gran medida con las circunstancias en las que se da un embarazo o las consecuencias de este.
“En el tratamiento de la DPP severa, deben participar psiquiatras, psicólogos, enfermeras, trabajadoras sociales o hasta nutricionistas; es una tarea que requiere un esfuerzo multidisciplinario”.
Entre las causas biológicas se apunta a una principal: el cambio hormonal brusco que sufre la madre en el momento del parto. Dentro de los factores de entorno se reconocen dos tipos: de riesgo y protectores. Entre los de riesgo se pueden hallar cuestiones como si el embarazo ha sido indeseado, si el padre del bebé está disconforme con la llegada del nuevo bebé, si la madre no cuenta con el apoyo de su familia natural o política, o hasta si tiene que sacrificar o retrasar su desarrollo profesional debido al nacimiento del hijo. En este sentido, los factores protectores vendrían a ser la cara opuesta a los de riesgo, y tienen que ver con que la mamá goce de un entorno favorable para el alumbra- miento, o si cuenta con la capacidad para manejar con sus propias herramientas emocionales las dificultades que afrontará.
Desde luego los fármacos pueden ayudar a aliviar una DPP, pero ninguno bastará por sí solo para dar fin al mal porque no hay que perder de vista que en esta enfermedad no solo está en riesgo el bienestar de la madre sino también el del recién nacido.
MADRES QUE NO SABEN AMAR
Uno de los libros de desarrollo personal más vendido en Internet. Inseguridad, tristeza, falta de autoestima, vacío emocional, miedo al abandono, relaciones abusivas y tendencia al perfeccionismo; entre otros. Millones de mujeres sufren las consecuencias de haber sido criadas por una madre narcisista. La psicoterapeuta Karyl McBride, especializada en psicología femenina, presenta por primera vez una guía profesional para que las hijas que han sufrido el abuso emocional de madres egoístas y/o centradas en sí mismas, empiecen a reivindicar una vida propia, superen las devastadoras consecuencias de un vínculo materno dañino y, lo que es más importante, no incurran en los mismos errores que sus madres.
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