Implante coclear: Volver a oír
Volver a oír
¿Qué es un implante coclear?
Si una persona naciera sorda o perdiera totalmente el sentido de la audición, el implante coclear podría poner nuevamente sonido donde antes hubo silencio. ¿Qué es este milagro de la medicina?
“Para hablar de implante coclear primero hay que hablar de sordera”, dice el Dr. Diego Jiménez, fonoaudiólogo encargado del diagnóstico previo a la operación de implante coclear. “Y más precisamente: de qué tan importante es el acto de oír en el desarrollo de una persona Para que podamos comunicarnos, es necesario crear la estructura del lenguaje en nuestro cerebro”. ¿Cómo logramos esto? “De forma sencilla: escuchando”, agrega.
Si alguien se queda sordo de esta forma, ya tiene en el cerebro un referente llamado lenguaje”, continúa el fonoaudiólogo. “En ese sentido, un implante coclear sería devolverle aquello que ya tenía”. Deberá pasar por terapias, pero serán mucho menos intensas.
“Una persona que oye desde su nacimiento desarrolla el lenguaje -durante los veintiún y treinta y seis meses de edad- y crea la infraestructura cognitiva para la comunicación”. Con el tiempo, un niño promedio será capaz de aprender a hablar una lengua, de leerla y también de escribirla. “El problema de las personas con sordera es que, como no pueden oír, no tienen la oportunidad de desarrollar el lenguaje. Por ejemplo, como el concepto de presente, pasado y futuro en el lenguaje existe por la conjugación de los verbos [escucho, escuché, escucharé], al no poder interiorizarlos, una persona con sordera no podrá comprender aquellas ideas”. En estos casos, la enseñanza tendrá que llegar por un método no verbal: el lenguaje de manos.
Implante coclear ¿Cómo funciona?
Antes de explicar la operación hay que saber algo de antemano: no todas las personas son candidatas potenciales para llevar dentro de sí esta extensión biónica del oído. El implante coclear está destinado a personas con una pérdida auditiva severa que, desde la perspectiva de los audífonos, no puede solucionarse. Es decir, que no tienen más opción que implantarse el aparato. Este es su último recurso. Puede utilizarse en el caso de un bebé que nazca sordo y su problema sea detectado lo más pronto posible -hasta antes de los cinco años-; de lo contrario, el pequeño no tendrá el tiempo suficiente para aprender e interiorizar el lenguaje con ayuda de las terapias auditivas.
Un paciente no entra con sordera a la sala de operaciones y sale oyendo a la perfección. es un proceso.
El implante coclear también puede ser la herramienta de reconexión auditiva de una persona que se ha quedado sorda producto de un accidente. “Si alguien se queda sordo de esta forma, ya tiene en el cerebro un referente llamado lenguaje”, continúa el fonoaudiólogo. “En ese sentido, un implante coclear sería devolverle aquello que ya tenía”. Deberá pasar por terapias, pero serán mucho menos intensas. ¿Cómo se lleva a cabo el implante coclear?
Cirugía de implante coclear
“La cirugía se da en un solo tiempo y, bajo anestesia general, se coloca un electrodo dentro del oído medio”, dice el otorrinolaringólogo Luis Miranda, uno de los cirujanos a cargo de la operación.
Al final funciona así: el electrodo dentro del caracol estimula los nervios auditivos que siguen funcionales en la persona con sordera. A diferencia de los audífonos, el implante coclear no modifica el sonido haciéndolo más claro y fuerte, sino que estimula directamente los nervios para que los pacientes puedan oír. Se trata de una operación casi milagrosa. Pero requiere paciencia para oír los resultados.
Primero debe hacerse la cirugía para colocar el implante interior, dentro del caracol. Luego, al lado del oído y bajo la parte ósea se coloca el transductor: un dispositivo electrónico del tamaño de un dedo meñique que, conectado al electrodo, hace posible interpretar el sonido del exterior. El segundo paso es colocar el aparato externo, pero para esto tendrá que pasar al menos un mes luego de la operación.
“Un paciente no entra con sordera a la sala de operaciones y sale oyendo a la perfección”, aclara el doctor Miranda. Es un proceso que puede tomar años. Luego de la cirugía se lleva a cabo la telemetría, que es la forma en cómo los doctores se aseguran que el dispositivo interno funcione a la perfección. Recién al mes de haber sido instalada la parte interna, el paciente podrá volver donde el audiólogo para que se le coloque los componentes externos. Una vez hecho esto, se enciende el implante y, progresivamente, se llevan a cabo controles donde se aumenta el volumen y se amplía el rango dinámico auditivo del paciente. Finalmente este empezará las terapias. “Si se trata de un paciente prelingual –un niño que se volvió sordo antes de aprender a hablar-, debe entrar a una rehabilitación fuerte. Allí el trabajo más importante lo llevan a cabo los doctores del lenguaje y los padres”, agrega el doctor Jiménez. “En el caso de una persona postlingual –aquella que perdió la audición producto de un accidente- puede recuperarse en meses”, concluye el doctor Miranda.
En tiempos donde los avances médicos hacen más difusa la línea entre realidad y ciencia ficción, este aparato demuestra que los médicos cada vez usan menos la palabra ‘imposible’. Y para bien.
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