Cuando la cabeza explota
La sinusitis es una inflamación de las cavidades mucosas que genera intensos dolores de cabeza, tensión en la zona ocular y también estrés. En esta temporada en la que el clima no se decide y las alergias aparecen con la humedad, el doctor Eduardo Gallardo, de la Clínica San Pablo de Trujillo, nos explica cómo nos afecta la sinusitis, esa que nos hace sentir que tenemos la cabeza por reventar.
Cuando la cabeza explota
Cuando se habla de sinusitis, la congestión es solo una parte del problema. Esta enfermedad puede manifestarse con síntomas como mal aliento o pérdida del sentido del olfato, tos que empeora por la noche, fatiga y sensación de malestar general, fiebre, dolor de cabeza, dolor detrás de los ojos o secreción nasal excesiva. Y la lista se extiende. La sinusitis no es una congestión común, se trata de una inflamación de la nariz y los senos paranasales (cavidades que se encuentran en los huesos frontales del rostro).
Su origen es múltiple:
“Puede darse debido a una infección viral, bacteriana o por hongos”, comenta el especialista, cuando los pequeños vellos (cilios) de los senos paranasales no logran sacar el moco en forma apropiada. “Una infección viral que se prolonga más de siete días puede generar un cuadro de sinusitis”. Su origen también puede estar en las alergias, aunque no en todos los casos. “Todas las personas con alergias están predispuestas a tener sinusitis. A más severa la alergia, más probabilidades de contraer este mal”, subraya. “De lo contrario, es posible contraerla por otras razones: un tabique desviado o por la inflamación de los pólipos nasales, que pueden alterar la ventilación de las cavidades nasales”. Concluye: “todo lo que altere la ventilación de las cavidades nasales puede ser un factor de riesgo para contraer una sinusitis. Atentan contra el drenaje de las secreciones”.
El doctor Gallardo explica que existen principalmente dos tipos de sinusitis: la aguda y la crónica. La primera tiene una duración aproximada de 12 semanas. Y aunque es la más pasajera, según el especialista es más peligrosa por los gérmenes que pueden ascender a la órbita o al globo ocular: pueden generar infección a nivel de los vasos sanguíneos. Si no se trata, un paciente podría comprometer la funcionalidad de su vista. La segunda, la sinusitis crónica, se considera así si esta se extiende más de tres meses. Cuando esto sucede, los tejidos de la mucosa y el alfombrado interno de la nariz cambian; la mucosa se deteriora y ya no responde. Si bien con el tiempo el cuerpo de los pacientes que sufren de sinusitis crónica se adapta, pierden también el drenaje de las secreciones nasales.
¿Puede preverse la sinusitis?
Sí, pero también va a depender de la gravedad del problema. “Si se trata de un problema alérgico, la prevención parte del tratamiento de la alergia en sí”, explica el especialista. “Se hace en base a los factores de riesgo, ya sean anatómicos o alérgicos”. En el caso de la sinusitis aguda, el tratamiento se da con mucolíticos, lavados nasales y también anti inflamatorios. En el caso de la crónica, el tratamiento puede ser prolongado ya que este mal tiende a reaparecer especialmente si no se corrigen las afecciones subyacentes como la obstrucción nasal. Y aunque los medicamentos pueden prevenir frecuentemente la recurrencia de sinusitis, en algunas ocasiones se requiere de cirugía (una endoscopía nasal) para eliminar la obstrucción.
Solución tras el bisturí
La intervención quirúrgica que corrige la sinusitis la realiza el otorrinolaringólogo y lleva el nombre de cirugía endoscópica funcional de los senos paranasales. Es recomendada en casos en los que el paciente no responde a los tratamientos tradicionales con antibióticos, gotas nasales o sprays: cuando la sinusitis empieza a afectarle la vida con consecuencias como el insomnio o la infección de ojos.
Por lo general la cirugía se lleva a cabo por la nariz y no requiere de incisiones en la piel ni en la boca. El médico introduce un endoscopio (un tubo delgado con luz en la punta) para ver el interior de las fosas nasales y realiza la operación con anestesia general. Esta tiene una duración relativamente corta, su extensión dependerá de la complejidad del problema a resolver. Una vez terminado el procedimiento, el paciente sentirá la nariz taponada. Solo así se evitará su sangrado. Pero hay que mantener la calma ante eso. La obstrucción nasal puede durar por algunos días hasta que se retiren los tapones. Algunos testimonios aseguran que después se sentirá un poco de presión en la cara, también normal.
Una de las principales recomendaciones es no sonarse la nariz y aplicarse las gotas de solución salina para limpiar las secreciones que se produzcan. Con el tiempo, las incomodidades irán desapareciendo para dar paso a una nueva experiencia olfativa y también a un nuevo modo de vida.